Notas
4. Los caballos se empleaban al interior de la mina, siguiendo el ejemplo o la costumbre de las minas europeas. Los últimos caballos salieron de la mina en diciembre de 1945. En las minas chilenas de carbón, los caballos fueron reemplazados por locomotoras eléctricas.
5. Los perros, fieles servidores y amigos del hombre, sobre todo del minero, no se cuentan entre los habitantes de la mina.
6. Los ratones estaban justificados por la práctica europea y por la creencia chilena, que tendría su origen en los campos, de donde procedía la casi totalidad de los obreros de las minas, en donde era costumbre, un día al año, rendir homenaje a los ratones para inducirlos a respetar los sembrados.
7. Tradicionalmente, los canarios se utilizaban en las minas de carbón, para delatar la temible presencia del óxido de carbono o del metano. Para este procedimiento biológico, se colocaban en lugares estratégicos, en pequeñas jaulas, canarios o ratones. Hacia 1960, se sustituyeron por lámparas especiales y, en Gran Bretaña, por el canario mecánico, un verdadero detector eléctrico que, con matemática previsión, da una alarma óptica o sonora, aunque, en las más de las veces, ambas clases de alarma se activan a la vez.
Notas pirquineros
1. Pirquén. Esta voz propiamente minera, parece provenir del quechua o aymara, como tantos otros términos, usados en la minería. Ello, no obstante que algunos diccionaristas piensan que puede ser voz mapuche: pilquén, trapos, andrajos.
Pirquinero, es el obrero —en el norte o en el sur—, generalmente muy pobre, que trabaja como puede, sin método, con escasos recursos y sin elementos apropiados, acopiando minerales en minas agotadas.
Trabajar al pirquén, es el trabajador que explota una mina, más o menos abandonada, con un tanto por ciento a contrata; el barretero saca todo lo posible, para tener la mayor ganancia en corto tiempo, sin cuidarse de seguir un laboreo conforme a las ordenanzas.
Dar una mina a alguno por contrato, para que sea trabajada de esa suerte, es darla a pirquén.
Pirquinear, es andar realizando labores ocasionales y muy pobres en general. Por extensión, se llama pirquinero al que trabaja en cualquiera industria o negocio con escasos capitales; al pequeño comerciante; al abogado que no tiene más pleitos que los que desechan —por insignificantes— los de más crédito; al trabajador intelectual, que va repitiendo lo que otros han expresado.
Notas
1. El minero del país es muy inclinado a creer en el Diablo. Según ellos, aparece con frecuencia bajo la forma de un hombre grande y negro, o bajo la apariencia de animales negros, en especial, el toro o el perro.
El Diablo que hace y deshace, en Chile siempre sale perdedor. El pueblo conoce numerosas tretas para burlar los pactos sellados con él. Lo llaman con toda formalidad para venderle el alma, pero siempre con la intención oculta de darse maña para vencerlo, cuando llegue el momento de cumplir con lo acordado. El Diablo da lo que se le pide, siempre que se abjure de la fe y se abandone la religión cristiana y el culto a la Virgen María.
2. El recuerdo de numerosos casos acontecidos después de haber bajado mujeres a la mina, ha dejado la creencia que las mujeres en la mina traen desgracias. Esto rige hasta para los ingenieros. Esta creencia se ha extendido desde las minas de carbón hacia los mineros del resto del país.