Danzas Pascuenses
(Folclor chileno, pág. 354)

 

Sau Sau.- En las fiestas el sitio de honor corresponde al Sau Sau, de origen samoano, que los habitantes fijan la fecha de importación en la década del año 1940, que en la Isla ha tomado características propias.

Durante la noche se organizan reuniones, en que se efectúa esta danza, en que las mujeres muestran toda su gracia y soltura, dentro de una movilidad cadenciosa, que acompañan con el movimiento ondulante de sus manos. En el Sau Sau, las parejas se unen y se apartan con movimientos rápidos de caderas.

En esta danza, los pascuenses, en especial las mujeres, se ponen una vestimenta de plumas de colores, que conjunto modernos de danzas están introduciendo.

El autorizado autor de "La Herencia Musical de Rapa Nui", doctor Ramón Campbell, describe así esta danza:

"La pareja empieza el baile como un verdadero corrido, abrazando el varón a la dama y dando algunas vueltas por la pista de baile. Después de una, tres o cuatro vueltas de corrido, la dama es soltada del brazo que la ciñe y queda cogida sólo por la mano izquierda del galán. Entonces debe ella hacer algunas vueltas sobre sí misma, girando sobre el eje que le proporciona su compañero con su mano, mientras la contempla girar. Después de esta fase, en la cual la dama da una, dos o tres vueltas sobre su eje, la pareja se separa y se inicia la parte más original del baile. Esta parte se caracteriza por cruces más o menos en línea oblicua de la pareja en uno y otro sentido, siempre dándose el frente y ejecutando diversas figuras paralelas que se van complicando cada vez más. La multiplicidad de las figuras que ejecuta la pareja se alterna con pequeños intervalos en los cuales los danzantes, colocados a los extremos de sus respectivas pistas, se detienen un instante para iniciar una nueva figura de diferente forma".

 

Ula Ula.- Danza de origen tahitiano, se baila en la Isla una reminiscencia del original, según el doctor Ramón Campbell. "Danzando generalmente en ritmo de corrido vivo, las parejas acostumbran bailar separados, haciendo ondular especialmente las caderas en forma lateral, suavemente, y descansando los pies alternativamente sobre el talón y la punta de los dedos, con rotación de ellos. Las mujeres acompañan el baile con gráciles movimientos de los brazos, haciéndolos ondular en forma muy armoniosa, ya a un lado ya hacia el otro, imitando en muchas ocasiones el acto de peinarse los cabellos con una mano y contemplarse en un invisible espejo con la otra mano. Todo esto con una gracia y sugerencia muy femenina y cautivadora. No suele haber en este tipo de danza movimientos indecentes o provocativos. Se suele alternar el movimiento bailable con figuras, las cuales las piernas se van flectando paulatinamente hasta casi tocar las asentaderas con los talones, y tomando posición de cuclillas sin dejar de ondular rítmicamente y alzarse después en forma inversa".

 

Tamuré.- Danza propiamente tahitiana, cuya gracia radica en dos aspectos principales. "Por una parte, la verdadera acrobacia que es preciso desarrollar con las piernas, en movimientos extraordinariamente rápidos y la ejecución de movimientos de vaivén pelvianos más o menos violentos" (Rammón Campbell).

Los que ejecutan bien esta danza son los hombres que han viajado a Tahiti. Las mujeres en contadas oportunidades se atreven a hacer los pasos o figuras del Tamuré tahitiano.

Danzas y cantos actuales son estilizaciones del folclor polinésico. De origen reciente están el Vals tahitiano y el Tango pascuense.

(Versión de Oreste Plath)


© SISIB - Universidad de Chile y Karen P. Müller Turina