Origen y folclor de los juegos en Chile
Cuentos de nunca acabar

Endless tales
(Pág. 305-306)

 

 

Entretenimiento de niños con el que alguno se propone distraerlos. ¿Quieres que te cuente el cuento del burro piojento? O bien: éste era un burro piojento. Pásate para este otro asiento. ¿Quieres que te lo cuente otra vez? El niño responde que sí. Yo no digo que sí, sino que si quieres que te cuente el cuento del burro piojento. Repite el niño que sí y el otro reproduce la pregunta, variando solamente lo que conteste, aunque sea un gesto, hasta fastidiarlo.

Versiones en Chile de algunos de estos cuentos de nunca acabar:

El candadito

—¿Querís que te cuente el cuento del menta’o candadito?
—Ya está, cuéntamelo.
—Anda para afuera y vuelve ligerito,
no te demores mucho
porque es muy bonito.

 

Los italianos y el inglés

—Éstos eran tres: dos italianos y un inglés.

El inglés tiró su espada, los mató y
no los mató. ¿Querís que te cuente lo
que pasó?... etc.

 

El gallo pela’o

—¿Querís que te cuente el cuento del gallo pela’o?
—¡Sí, quiero!
—Entonces ¡pásate para este otro lado!
—¿Querís que te...?

 

A continuación, esta otra versión que se dice en Puerto Rico:

El gallo pelón

—¿Quieres que te cuente el cuento
del gallo pelón?

 

Si el niño responde que sí, se continúa:

—Pues el gallo se peló y se voló al teja’o...
¡Ya está conta’o!

Versión chilena del:

Sapo guarapo

Sapo guarapo,
calzones de trapo,
cotón al revés.
¿Te lo cuento otra vez?

 

Versión peruana:

Dice que había un sapo sarapo

Dice que había un sapo sarapo
con un pantalón de trapo
y su calzón al revés.
—¿Quieres que te lo cuente otra vez?

 

Versiones chilenas del gato:

El gato con los pies de trapo

Éste era un gato
que tenía los pies de trapo
y la camisa al revés.
¿Querís que te lo cuente otra vez?

 

El gatito montés

Éste era un gatito montés,
que tenía la cabeza de trapo
y el potito al revés.
¿Querís que te lo cuente otra vez?

 

El gato sarapo

Gato sarapo,<>calzones de trapo,<>cabeza al revés.
¿Querís que te lo cuente otra vez?

 

Versión de Puerto Rico:

El Gato

—Pues, señor, este era un gato,
que tenía las partes de trapo
y la cabeza al revés…
—¿Querís que te lo cuente otra vez?

 

Versiones chilenas de José se llamaba el padre:

José se llamaba el padre
y Josefa la mujer,
y tenían un hijito
que se llamaba
José, se llamaba el padre…

 

Otra versión entregada en Música folklórica infantil chilena, de Juan Pérez Ortega:

José se llamaba el padre

José se llamaba el padre,
Josefa la mamá
y al hijo que tuvieron
le pusieron José
se llamaba el padre...

 

En el Cancionero popular cuyano, Juan Draghi Lucero (1897), escritor de profundo sentido andino, específicamente cuyano tanto como americano, da esta versión:

José se llamaba el fraile

José se llamaba el fraile,
Catalina la mujer...
Y el fraile la iba corriendo
porque la quería...
José se llamaba el fraile

(Se repite hasta el cansancio)

En la Antología Folklórica Argentina para uso en las escuelas primarias se encuentra así:

José se llamaba el padre

José se llamaba el padre,
y Josefa la mujer.
Y tenían un hijito
que se llamaba
José se llamaba el padre...

 

Versiones Españolas:

José se llamaba el padre

José se llamaba el padre,
Josefa la mujer
y tenían un hijito que se llamaba...

 

Ramón se llamaba el padre

Ramón se llamaba el padre,
Ramona la mujer
y tenían un hijo que se llamaba...

 

Manuel se llamaba el padre

Manuel se llamaba el padre,
Manuela la mujer
y tenían un hijito que se llamaba...

 

Bartolo tiene una flauta

Entre los cuentos más difundidos está Bartolo tiene una flauta.

Versión chilena:

Bartolo tiene una flauta
con un portillo solo,
y su madre le decía: toca la flauta Bar...
... tolo tiene una flauta
con un portillo solo...

 

Versión argentina:

Bartolo tenía una flauta
con un agujerito solo
y su madre le decía:
toca la flauta Bar...
...tolo tiene una flauta
con un portillo solo...

 

Versión mexicana:

Bartolo flauta tenía
con un agujero solo
y su ñata le decía:
sopla tu flauta, BartoIo.

Otra versión:

Bartolo tenía una flauta
con un agujero solo,
y su madre le decía:
toca la flauta Bartolo
tenía una flauta.

 

No obstante que la flauta de Bartolo tiene un portillo, en Santo Domingo tiene tres:

Bartolo tenía una flauta
que tenía tres hoyitos,
y todos se divertían
con la flauta de Bartolo
tenía una flauta
que tenía tres hoyitos.

Origen. Los dioses mitológicos solían utilizar la flauta para dirigir los ganados. En diversas mitologías figuran los dioses y los héroes músicos haciendo concurso de flautas.

Cencerros, flautas y trompetas, servían para reproducir las voces de los espíritus y hacerlos sensibles a los oídos de los hombres.

Sin duda, los seres humanos la descubrieron al oír el zumbido del aire entre los tallos rotos de los cañaverales. Se ha dicho que el viento, sonando en las cañas, escribió la primera melodía. El hombre no tuvo más que imitar a la naturaleza.

En la música de varios países aparece este instrumento, desde tiempos remotos.

En la etnología americana la flauta de piedra o de hueso ha sido motivo de valiosos estudios.

Denominación.

Argentina: José se llamaba el fraile, José se llamaba el padre, Bartolo tenía una flauta.
Bolivia: cuento del gallo pelado;
Colombia, cuento del gallo capón
Chile, cuento del gallo pelao, cuento del gallo pelón, sapo guarapo, el gato con los pies de trapo, el gatito montés, el gato sarapo, José se llamaba el padre, Bartolo tenía una flauta
México, Bartolo tenía una flauta, Bartolo flauta tenía
Perú, dice que había un sapo sarapo, había una vez un sapito
Puerto Rico, el gato
República Dominicana (Santo Domingo), Bartolo tenía una flauta.
España, José se llamaba el padre, cuento de la buena pipa o pipita.

Dispersión. Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Chile, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana (Santo Domingo), Uruguay.

Comentario. Estos entretenimientos clasificados como cuentos reiterativos, cuentos de pega o cuentos de nunca acabar, son conocidos en España y en todos los países de América y se repiten con ligeras variantes, ya se llamen el compadrito león, potito quemado o la mula baya de don Pedro Arcaya. La particularidad de todos ellos, está en que la última estrofa enlaza con la primera y vuelve a repetirse indefinidamente.

La voz guarapo es quechua y corresponde a una bebida fermentada hecha con jugo de caña dulce; el vocablo sarapito, puede que sea el nombre del ave conocida vulgarmente como la perdiz de mar; y potito, es diminutivo de poto, voz quechua que significa trasero.

Los adultos y los niños repiten estos dichos organográficos, tales como tocar la flauta, no tocar pito ni flauta, por la flauta, aflautado y sonó la flauta que, a veces, se complementan añadiendo por casualidad. Frase esta última tomada de una fábula conocida y que indica que un acierto ha sido casual.

Entre las pinturas que se encuentran en el Museo del Louvre (París), famoso es El pífano (1856) de Edouard Manet (1832-1883), en la cual figura un infante de la guardia imperial, quien le sirvió de modelo para pintar al flautista.

 

Bibliografía

Algunas de nuestras rimas infantiles. Efraín Morote Best. Revista Universitaria del Cuzco Nº 96, Cuzco, Perú, junio 1949

Antología folklórica argentina. Para las escuelas primarias. Guillermo Kraft Ltda. Buenos Aires, Argentina 1940

Cancionero popular cuyano. Juan Draghi Lucero. Colección Anales del Primer Concurso de Historia de Cuyo, tomo 7, Imp. Best Hermanos, Mendoza, Argentina, 1938

Cancionero popular murciano. Alberto Sevilla. Sucesores de Nogués, Murcia, España, 1921

Cantos populares españoles. Francisco Rodríguez Marín. 5 tomos, Sevilla España, 1882

Costumbres y creencias raras. A. Hyatt Verril. Ediciones Destino. Imprenta Clarasó, Barcelona, España, 1958

Cuentos chilenos de nunca acabar. Ramón A. Laval. Imprenta Cervantes, Santiago de Chile, 1910

Diccionario folkórico argentino. Félix Coluccio. Librería y Editorial El Ateneo, Buenos Aires, Argentina (2º edic.) 1950

Folklore chileno. Aspectos populares infantiles. Oreste Plath (César Octavio Müller Leiva) Anales de la Universidad de Chile Nº 61 y 62, tercer y cuarto trimestre. Santiago de Chile,1946.

La poesía popular en Puerto Rico. María Cadilla de Martínez.(Tesis doctoral, Universidad de Madrid), Talleres Gráficos de la Imprenta Venezuela, San Juan, Puerto Rico, 1933

México imponderable. Rafael Heliodoro Valle. Ediciones Ercilla, Santiago de Chile, 1936

Música folklórica infantil chilena. José Pérez Ortega. Ediciones universitaria de Valparaíso, Valparaíso, Chile, 1976

Ómnibus de poesía mexicana. Gabriel Zaid. Buenos Aires. Argentina, 1921. Otra edición: Siglo XX Editores S. A., México, 1971

Poemas, canciones y juegos infantiles. Bilbao, España, 1981.

 

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