Folclor del carbón

Creencias de buen augurio y de mal augurio

(pág. 125-128)

Buen augurio

Es bueno quemar palmas benditas para las ráfagas de viento y temporales.

Se debe esperar el nuevo año, bien provisto de menestras, para que éstas no falten.

Si se come corvina o pescada la noche de Año Nuevo, no faltará la plata (el dinero) durante el año que se inicia.

La última noche del año, se debe esperar friendo pescado, para que nada falte durante el año que comienza.

 

Mal augurio

Trae mala suerte el criar palomas en los pabellones.

Acarrea mala ventura el traer conejos a las casas.

Si se tiene un cacto de una vara, que da flor negra, es anuncio de muerte.

Si se cultivan cactáceas dentro de las casas, las niñas quedan solteras.

La planta manto de Eva es signo de mala estrella.

 

Penaduras

Hace muchos años, en el chiflón Carlos, ocurrió un accidente. Un minero fue aplastado por un derrumbe y, al sacarlo, se le retiró con una pierna menos. Con el tiempo se habló que la pierna penaba, que los días domingo y los festivos, la pierna bailaba.

 

El Diablo

Los mineros antiguos se abstenían de trabajar el día de San Bartolo —24 de agosto— porque —según la leyenda— ese día el Diablo andaba suelto en el interior de las minas. Cuentos fantásticos sobre sus hazañas se transmitieron de una generación a otra. No eran pocos los que aseguraban el haberlo visto pasearse como señor y dueño en los laboreos, provisto de grandes cachos. Otros contaban que, además, tenía una cola muy larga.

Nombres que le dan los mineros al Diablo: el cachudo; el pata de hilos; el caballero; la chala; don Satán; el gatito negro (1).

Dicen que trajina, empuja los carros estando de para el laboreo.

Un minero asegura haber visto de repente, en su trabajo, un gran brazo peludo, que era el mismo brazo del Diablo.

Un mal barretero, sacaba su tarea antes que los otros, lo que produjo el asombro de sus compañeros. Cierto día lo observaron y vieron a un ser que trabajaba, mientras él estaba sentado. El que laboraba era nada menos que el Diablo.

Otro minero hizo un contrato, con burla, al Diablo. Él le entregaría su alma, siempre que él llevara a cien metros de distancia, un colador grande lleno de agua, lavara un paño negro y lo dejara blanco antes de cinco minutos y volviera al revés los pelos de un cuero negro, sin que se perdiera uno de ellos, es decir, con la piel por fuera y los pelos por dentro.

También se narra que un minero andaba solo en su laboreo, cuando se encontró con un compañero que dormía en el suelo. Al agacharse para reconocerlo, ya no estaba el bulto, era el Diablo.

En Schwager, trabajaba solo en su laboreo un minero, cuando vio junto a él a un compañero que le ayudaba a realizar la faena. De pronto, su lámpara iluminó los pies de su ayudante y con asombro descubrió unas pezuñas de animal. Era don Satán. Perdió el conocimiento y lo sacaron con espuma en la boca. Y don Satán continuó el trabajo.

Un minero que perdió su lámpara, se cayó a un hoyo que contenía agua caliente y aceite quemado, que provenía de una bomba. Se sumergió y emergió mojado, teñido de negro lustroso. Así lo encontró un compañero que venía con su lámpara a iluminarlo y, al verlo negro y brillándole los ojos, dejó todo y huyó gritando que por ahí estaba el Diablo.

 

Las mujeres

Es considerado de mal augurio la bajada de una mujer (2) al interior de la mina. Su presencia anuncia desgracias a corto plazo. Después de su visita, se esperan derrumbes, accidentes mortales, explosiones y todo tipo de calamidades.

Hace muchos años, el dueño de una de las minas de la región, invitó a una señorita a que bajara a la mina. El mismo día un derrumbe mató a varios obreros. Poco tiempo después sucedió un hecho semejante en una mina vecina.

Cierta vez, sucedió un derrumbe después que una mujer penetró la mina y dejó en ella el tacón de su zapato.

También se cuenta que una dama quebró esta creencia, lo que hizo perder la compostura a los mineros y cayó sobre ella una andanada de insultos y amenazas. En la semana de la bajada de la gringa (era extranjera), hubo varios accidentes.

La mina es para los hombres, no para las mujeres. Las mujeres condenan la mina.

 

Prólogo a la primera edición - Caballos al interior de la mina - Los perros - Los ratones - Los canarios - Día del minero - Los chinchorreros - Perreros de los trenes - Pirquinero - Feria y mercado de Lota Bajo - Comida que el minero lleva al turno - Lo que come el minero a la salida del turno - Creencias de buen augurio y mal augurio - La monja de los mineros


© SISIB - Universidad de Chile y Karen P. Müller Turina