Geografía del mito y la leyenda chilenos

Provincia de Chiloé

El Trauco(1)
(Thrauco-Chauco-Huelli-Huelle-Pompón del Monte-Cusme)
(Pág. 315-318)

a) Ente parecido a un hombre enano y horrible, su altura no pasa de 84 centímetros. No tiene el uso de la palabra. Su vida la lleva junto a una Trauca (huella), formando su pareja biológica. Junto a sus crías vive feliz. Habita en los bosques, en la copa o en el hueco de un árbol, como en cualquiera pequeña caverna. De la selva toma sus frutos. Se desprende de los murtales con su hachita de piedra, con la que da fuertes golpes a los árboles.

Se viste con traje y sombrero de fibras vegetales, quilineja, una enredadera.

Es preciso evitar al ente, porque si toca la mala suerte de encontrarse cara a cara con él, le suelta inmediatamente un aire, dejándole torcida la boca, jorobado, atontado y mudo. Pero si el ente no ve al ser humano, se le puede observar impunemente. Es enteramente riguroso con los hombres. Parece que con las mujeres no es del todo malo, las atrae.

b) Es brujo, enano, contrahecho y capaz de producir enfermedades en los niños y aun en los grandes, que alcanza a ver. Hay que evitar que él lo mire a uno porque si esto acontece puede quedar paralítico. Y si él roza, como lo hace con los niños, es mucho más grave, ya que su aliento termina con la vida de ellos. Es de mirada, aliento y contacto malsano.

c) Sus pies, sin talón ni dedos, son unos muñones informes; su aspecto es aterrador y espeluznante, y su mirada, como la del Basilisco, mata a la persona que aún no ha reparado en él, o bien la deforma espontáneamente, dejándola con el cuello torcido y sentenciada a morir antes del año. Sin embargo, por una justa compensación, perece, si ha tenido la desgracia de ser avistado primero.

d) Desflora a las mujeres que vagan por las montañas. No vacila en arrojarse al mar en seguimiento de su víctima, hasta sucumbir.

e) Pasa encaramado en los árboles al acecho de las muchachas que se arriesgan a transitar por el paraje. Cuando alguna se acerca, corre hacia ella y se queda mirándola fijamente. La muchacha quiere huir, pero el extraño fulgor de los ojos la retiene. Un doloroso letargo comienza a invadir el cuerpo de la víctima y pronto cae en un alucinante sueño de amor. Cuando despierta, sonríe al verse adornada de hojas. Pero luego advierte que sus ropas y sus cabellos están desordenados. Presa del pánico corre hasta su casa, en donde cuenta que ha visto al Thrauco.

(Versión del Dr. Bernardo Quintana)

Varias son las maneras que tiene el Trauco de manifestar su presencia.

1.- Anuncia su visita a una casa enviando sueños lúbricos a las personas del sexo opuesto y transformándose en esos sueños en un joven de buena presencia.

2.- Hace oír un ruido ensordecedor, semejante al de una tropa de animales bravíos que fueran pasando atropelladamente.

3.- Semeja un hachero que se ocupa de derribar los palos de la montaña.

4.- Se muestra repitiendo en son de fisga, las voces o gritos o golpes de hacha de los labradores, a quienes es difícil convencer de la verdadera causa de estas repercusiones del sonido.

5.- Deposita sus materias fecales en los troncos de los árboles o en los umbrales de las viviendas: todo esto cuando no tiene a bien exhibirse en su propia espantable forma, que es causa de tantos maleficios y desgracias.

Estos maleficios, a más de los enumerados, son las jorobas, la parálisis facial, el tullimiento o dislocación de los huesos, el tortícolis, el decaimiento o dejadez con que algunas veces suele amanecer el cuerpo.

6.- La muerte en corto plazo para el que ha tenido la desgracia de pisar o sólo mirar sus deposiciones.

7.- El malograrse el carbón que se está haciendo en la hornada y el cual al arder en el brasero, chisporrotea sin cesar; lo que se ha debido a que el Trauco lo ha pisado.

Defensas o amuletos contra el Trauco:

1.- Arrojarle un puñado de arena, con el objeto de que él se ocupe en contar los granos, y dé tiempo a los moradores de la casa para ponerse a salvo de sus ataques.

2.- Tirar sargazo o derramar ceniza en las cuatro esquinas de la casa.

3.- Hachar las esquinas de la casa.

4.- Hacer una cruz con dos cuchillos.

5.- Hacer silbar un huiro, alga (cochayuyo).

6.- Contar los sueños que con el Trauco se han tenido.

7.- Pasar por el humo a la persona que haya sido mirada o torcida por él.

8.- Ir arrastrando o azotando el pahueldún, que es el bastón del Trauco. Se dice que él siente en sí los golpes que se descargan sobre el pahueldún.

9.- Quemar las materias fecales del Trauco.

10.- Hacer la necesidad menor en el centro del fogón.

11.- Desmenuzar o frotar ajo entre las manos, porque el olor lo ahuyenta.

12.- Insultarlo en voz alta, si bien en este caso el Trauco se venga golpeando al que le denuesta o dejando sus deyecciones en el umbral de la vivienda.

Muerte del Trauco:

Una vez cogido el Trauco, colgarlo sobre el fogón, donde se convierte en un palo que destila cierto aceite, con que son frotadas, con excelentes resultados, las víctimas de sus maleficios.

 

El Invunche(1)
(Ivunche-Imbunche-Vuta Macho(2 )-Machucho-Chivato de la Cueva)
(Pág. 321-322)

a) Es un ser humano deforme que lleva la cara vuelta hacia la espalda. Las orejas, la boca, la nariz, los brazos y los dedos torcidos. Anda sobre una pierna por tener la otra pegada por detrás al pescuezo o a la nuca. No tiene la facultad de hablar.

Los brujos convierten a un niño en Invunche, deformándolo desde los primeros meses, practicando con él varias descoyunturas y torcimientos. Lo alimentan con carne de niño recién nacido.

Es una especie de consultor de los brujos y es también instrumento para sus venganzas o maleficios.

El vestiglo habita de preferencia en la Casa Grande o sea la Cueva de Quicaví. Es muy difícil verlo, porque está destinado a la vigilancia de la Cueva. Sale de ella contadas veces, cuando se cambia ésta o ha sido destruida; y en ocasiones cuando necesitan de él, lo sacan y lo van azotando hasta el lugar donde quieren causar el daño, tirar el daño. Durante el trayecto va dando unos chivateos que aterran a los vecinos y les anuncia alguna próxima desgracia; y otras veces lo sacan los brujos para llevarlo a otro distrito, donde debe celebrarse Consejo de Brujos de dos o más jurisdicciones.

b) Es el portero de la Cueva, o sea del hogar de los brujos. Es un hombre transformado, de la manera siguiente: a un niño recién nacido se le lleva a la Cueva. Se le disloca una pierna, a fin de que no le sirva para caminar. Por esta causa el individuo anda después en tres pies (con la pierna sana y las manos). En el período de lactancia el niño es alimentado con leche de gata negra (mujer india). Después se alimenta con carne de cabrito (párvulo) y desde la juventud y durante todo el resto de su vida, se le suministra carne de chivo (carne de adulto). El alimento debe ser servido por los brujos, porque él no debe salir de la Cueva, ya que está obligado a servir de portero. Pero sucede que cuando los brujos se olvidan de llevarle carne humana, sale. Entonces suele ocasionar sustos escalofriantes a la gente que no es bruja, porque como el hombre-bestia no ha aprendido a hablar, lanza balidos como chivato viejo.

 

La Pincoya(1)
(Pág. 322-323)

a) La Pincoya es una sirena o ninfa que a veces anda acompañada por su marido, el Pincoy, ambos son rubios. En algunas ocasiones abandona el mar y excursiona por ríos y lagos.

Su misión es fecundar los peces y mariscos bajo las aguas y de ella depende la abundancia o escasez de estos productos.

Atrae o aleja de la costa a los peces y mariscos.

Cuando un pescador ve de mañana surgir de las profundidades de las aguas a la Pincoya y ésta danza en la playa mirando hacia el mar extendiendo sus hermosos brazos, hay alegría en todos, porque este baile es anuncio de pesca abundante. Si danza mirando hacia la costa, alejará a los peces.

Si la Pincoya no favorece con pesca a un lugar, quiere decir que ha arrastrado la abundancia a otros más necesitados.

Para ser favorecido por la Pincoya, es necesario estar contento, por eso los pescadores se acompañan de amigos y amigas alegres y reidores.

Si se pesca o marisca con mucha frecuencia en el mismo lugar, la Pincoya se enoja y abandona aquel frente, que luego queda estéril.

b) En la hermosa laguna Huelde, ubicada a escasos cuatro kilómetros de Cucao, nació la Pincoya, mujer muy bella y de tez blanca ligeramente bronceada, cabellos de oro y que, de la cintura hacia abajo, tiene la forma de un pez.

Antiguamente habitaba una enorme caverna en forma de salón rocoso y tenía por costumbre bañarse en la laguna y el río Puchanquin. Desde los roqueríos, mediante un suave y prolongado silbido, hacía emerger desde el fondo de las aguas un tronco de oro macizo sobre el cual trepaba y, sentada allí, peinaba sus cabellos. A veces, durante la noche, entonaba embrujadas canciones amorosas, a las cuales nadie podía resistirse.

Muchas personas buscaron a la Pincoya para obtener sus favores, y ella desapareció del lugar para no volver. Se cree que ella fue robada desde la laguna Huelde para llevar prosperidad y abundancia a playas lejanas. Desde entonces, las aguas tomaron el color oscuro que hoy tienen y pese a que muchos han intentado imitar el silbido de la sirena, el tronco de oro aún está sumergido esperando a su hermosa dueña.

Versión de Aníbal Panichine

 

El Caleuche(1)
(Buque Fantasma-Buque de Arte-Buque de Fuego-Buque de los Brujos-Barcoiche)
(Pág. 331-333)

a) Es un buque que navega y vaga por los mares de Chiloé y los canales del sur. Está tripulado por brujos poderosos, y en las noches oscuras va profusamente iluminado. Tiene alumbrado y velamen color rojo, por andar tripulado por brujos. Por lo general, en sus navegaciones no cesa a bordo la música. Se oculta en medio de una densa neblina que él mismo produce. Jamás navega a la luz del día.

Si casualmente alguna persona que no sea bruja se acerca, éste se transforma en un simple madero flotante; y si el individuo intenta apoderarse del madero, éste retrocede. Otras veces se convierte en una roca o en otro objeto cualquiera y se hace invisible. Sus tripulantes se convierten en lobos marinos o en aves acuáticas. Se asegura que los tripulantes tienen una sola pierna para andar y que la otra está doblada por la espalda, por lo tanto andan a saltos y a brincos. Todos son idiotas y desmemoriados para asegurar el secreto de lo que ocurre a bordo.

Al Caleuche no hay que mirarlo, porque los tripulantes castigan al que lo mira volviéndoles la boca torcida, la cabeza hacia la espalda o matándoles de repente, por arte de brujería. El que quiera mirar al buque y no sufrir el castigo de la torcedura, debe procurar que los tripulantes no se den cuenta de su audacia.

Este buque navega cerca de la costa y cuando se apodera de una persona, la lleva a visitar ciudades del fondo del mar y le descubre inmensos tesoros, invitándola a participar en ellos con la sola condición de no divulgar lo que ha visto. Si no lo hiciera así, los tripulantes del Caleuche lo matarían en la primera ocasión que volvieran a encontrarse con él.

Todos los que mueren ahogados son recogidos por el Caleuche, que tiene la facultad de hacer la navegación submarina y aparecer en el momento preciso donde se le necesita para recoger a los náufragos y guardarlos en su seno, que les sirve de eterna mansión. Cuando el Caleuche necesita reparar su casco o sus máquinas, escoge de preferencia los barrancos y acantilados, y allí, en las altas horas de la noche, procede al trabajo.

b) Es el buque de los brujos, que anda por debajo de las aguas en el mar. Este buque arriba de preferencia a tres puertos que son: Llicaldac, Tren-Tren, en la costa del departamento de Castro, y Quicaví, donde está la Cueva y la Corte del Rey de los brujos. El Rey de la Cueva abandona su caverna y monta en un Caballo Marino, que avanza con más velocidad que el Caleuche, para cruzar las olas y subir a su barco de los espíritus.

c) El Caleuche tenía por esposa una loba, que fue muerta por unos pescadores en la Isla de Tenglo, frente a Puerto Montt. Muy enojado el Caleuche por esto, juró vengarse, mandando a Puerto Montt grandes males, y robándose la niña más bonita del puerto. Se sabe que los males fueron erupciones del volcán Calbuco y unos incendios que consumieron propiedades.

d) Hace algunos años salió de la villa de Chonchi una esbelta chalupa tripulada por varios vecinos y dirigida por un joven muy conocido, hijo de un respetable habitante del lugar.

La chalupa no volvió más. Cuando al padre se le comunicaron los temores que había en el pueblo de que la embarcación hubiera naufragado, se limitó a sonreír de una manera extraña y significativa. Aquella sonrisa fue para los inteligentes una revelación: el hijo, a no dudarlo, se hallaba en salvo y seguro a bordo del Caleuche.

Desde ese día el padre comenzó a enriquecer rápidamente, y varias noches se oyó arriar cadenas al pie de la casa del afortunado comerciante: era el Caleuche que desembarcaba furtivamente en la playa cuantiosas mercaderías.

Cuando un comerciante hace una rápida fortuna, es porque mantiene ocultas relaciones con el Caleuche.

Versión de Oreste Plath

 

Cómo nació la papa
(Pág. 335)

La papa cultivada en la isla por los indígenas antes de la conquista española nació cuando un rey indio quiso sorprender el amor de dos dioses. Fue castigado, hundido bajo tierra. Como símbolo y anatema de su morbosa curiosidad, le crecieron miles de ojos ciegos.

Para que se den las papas grandes y abundantes, se recurre a unas piedras que existen en la isla, llamadas nillahuinllin, que se restregan en el agua que las riega.

La quepuca, es otra piedra caliza cuyas raspaduras, fecundan los terrenos. Dicha piedra es raspada o frotada por personas conocidas como brujos o curiosos. Cuando el papal comienza a fructificar, se le ofrece a la quepuca flores de la papa, las cuales son quemadas antes de la salida del sol.

Para malograr una cosecha de papas, se saca una del plantío y se arroja al río, cuidando de poner en el lugar una piedra.

Versión de Oreste Plath

 

Brujos
(Calcu-Nochero-Pelapecho)
(Pág. 336-337)

El aprendizaje para ser brujo se comienza desde la infancia, lo que se realiza en forma secreta y las pruebas son cruentas.

Una de gran importancia es la de ir a una catarata en medio del bosque o montaña, para bañarse durante cuarenta noches consecutivas, con lo que se cree extirpar el bautismo.

Dada la prueba de suficiencia se titula y se queda incorporado a la Gran Asociación que le impone obligaciones.

En primer término, el secreto de no decir a nadie que es brujo, porque haciéndolo antes del año tendría la muerte como sanción. Tampoco deberá robar. Su magia no puede servirle para apropiarse de lo ajeno, aunque tenga extrema necesidad.

Su alimentación es severa y debe respetarse. Las comidas que se disponen son harina de trigo tostado, carne de ave, vacuno y cordero. Les está prohibida la sal.

Los brujos se transforman en especies animales: perros, gatos, lechuzas, caballos y hasta en pájaros.

Embrujan a las personas, las llevan de un lugar a otro e imponen el mal.

El brujo que se distingue en su carrera es ascendido a artillero por la Mayoría. El artillero es una especie de verdugo que ejecuta la pena de muerte sentenciada por la mayoría de los asociados. En cada Mayoría existen varios artilleros.

Entre los más valiosos elementos para practicar el arte de la brujería está el Macuñ, que es un chaleco hecho de piel de difunto, confeccionado de la parte del pecho del ser y que se utiliza a manera de farol.

El Macuñ es alimentado con aceite humano para alumbrarse en las noches. Cada brujo debe obtener este aceite.

Este chaleco no tiene espalda y se ata con cordones a ella. Mientras no se usa, el Macuñ se enrolla. Si se le desdobla grita thrac, salta, y vuelve a enrollarse, infundiendo así profundo miedo al limpio que se ha atrevido a tocarlo.

Cuando el brujo sale a volar se coloca el Macuñ para alumbrarse el camino. Si quiere quedar a oscuras, baja el poncho, con el cual siempre se cubre.

El Chayanco es un espejo que les sirve a los súbditos de Satanás, para determinar y señalar a su cliente. Este instrumento lo usan los mandatarios de los brujos para ver si han dado el llancazo a la persona indicada.

El llancazo es la enfermedad lanzada o mal-tirado. Este es el maleficio que hace el brujo.

Previo al llancazo está la operación de sajar. El brujo manda a practicar una pequeña incisión a la futura víctima de mal malo que se llama sajar. Es un estudio previo de la sangre para resolver en favor o en contra del maleficiado.

Cuentan con ayudantes, secretarias, la Voladora, mujer que vuela y les sirve de mensajera. En cuanto cumple su misión se dice que lleva el duam.

El palacio de la brujería en Chiloé, donde se celebran grandes aquelarres, es la Cueva de Quicaví. Esta cueva tiene cuidadores, porteros, los Invunches, seres contrahechos que conocen a los dignatarios y magnates del reino infernal.

Versión de Oreste Plath

 

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