Geografía del mito y la leyenda chilenos

Provincia de Valparaíso

La piedra feliz
(Pág. 74-75)

La Piedra Feliz era un peñón enclavado en Las Torpederas, balneario de Valparaíso. Por muchos años los aburridos de la vida, los descontentos, los enamorados desencontrados, se despedían de sus vidas para siempre lanzándose desde lo alto al mar.

Toda una época señala a la Piedra Feliz, como la piedra de los infelices. Se suicidaban parejas, hombres o mujeres, ancianos, enfermos, abandonados.

Al pie de la roca, ramazones de algas se extendían y distendían como tentáculos de pulpos gigantes y se contaba que los suicidas erguían la cabeza entre estas plantas como incitando a lanzarse a las almas torturadas.

(Versión de Oreste Plath)

 

El "encanto" de La Campana
(Pág. 75)

a) En remotos siglos, el cono del cerro de La Campana era un promontorio o peñasco reluciente de oro y pedrerías, codiciado por una nación extranjera y valerosa, que vino a conquistarlo. Pero los machis, o brujos del lugar, resolvieron burlar la codicia de los forasteros, disponiendo que en una noche cayera sobre el cerro una espesa capa de granito que ocultó sus codiciados tesoros.

Han pasado los años y muchos son los mortales que buscan las riquezas entre las rocas del misterioso cono, pero los machis de La Campana tienen afilados los puñales con que quitarán la vida al que rompa el encantamiento de La Campana.

 

(Versión de Oreste Plath)

La roca del buey
(Pág. 76)

En la bahía de Valparaíso, la Roca del Buey es un peligroso escollo que flota a la superficie.

Numerosos accidentes han acontecido en esta roca, entre ellos el de una corbeta, en la cual funcionaba una escuela con un magnífico cuerpo de profesores y alumnos, jóvenes de familias de Francia y Bélgica.

Esto obligó a ponerle una boya que pasó a conocerse como la Boya del Buey, por su quejido característico cuando había oleaje, el cual servía a los barcos anunciando la proximidad del peligro.

Los porteños lo sienten como un bramido de buey, que en medio de la espesa neblina y del temporal, está junto a los náufragos en el furor de la tormenta y el frío de la noche.

(Versión de Oreste Plath)

 

Batalla entre las olas
(Pág. 76)

Entre las costas de Concón y Quintero, los pescadores ven una batalla reflejada cuando revientan las olas.

Agregan que es un combate de la revolución de 1891.

En las mismas costas, los pescadores aseguran haber visto emerger del mar una ciudad como por encantamiento.

(Versión de Oreste Plath)

 

La casa misteriosa
(Pág. 77)

En Valparaíso, Playa Ancha, había una casa muy bien tenida a cuyos moradores nadie conocía. Los vecinos por más que se empeñaban por verlos no los veían. Nadie entraba ni salía. Las flores del jardín, todas de cuidado, se mostraban bellas como atendidas por el mejor jardinero. Los árboles se destacaban hermosos. En general se apreciaba una limpieza como si se estuviera esperando a alguna visita.

Aumentaba más el misterio el que la casa quedara en el camino al cementerio.

Un día vino el progreso e hizo que la casa misteriosa fuera demolida para levantar un edificio moderno y nadie vio a sus residentes.

(Versión de Oreste Plath)

 

Toponimia
(Pág. 84-85)

Valparaíso.- Voz castellana, dialecto extremeño. Valle del Paraíso. Denominación que le fuera dada por don Juan de Saavedra, su fundador, en recuerdo de su pueblo natal.

Concón.- Voz mapuche: Cosecha abundante o Búho.

Juan Fernández (Islas).- Corresponden a la denominación geográfica de dos grupos de islas que emergen en pleno océano, a 360 millas de Valparaíso. Dio su nombre a las islas su descubridor, el navegante lusitano Joao Fernández, quien haciendo el crucero entre El Callao y Valparaíso, probó por primera vez la experiencia de apartarse 300 millas de la costa en la esperanza de encontrar vientos que acortaran el viaje. Sus cálculos no fallaron, pues disminuyó el tiempo habitual de la travesía, en dieciséis días. Esta proeza fue tan mal recibida por la Inquisición de Lima, que Fernández fue procesado por brujería. Algún santo intercede por él y no fue llevado a la hoguera.

Fernández descubre las islas el 22 de noviembre de 1574. La actual isla de Más a Tierra, donde da fondo, fue bautizada Santa Cecilia, en honor del santo de ese día. En previsión de futuras arribadas, el hábil marino hizo desembarcar varias parejas de cabríos como también deja algunos sembríos de hortalizas de origen europeo. Más a Tierra a pasado a llamarse Robinson Crusoe, y Más Afuera se ha convertido en Alejandro Selkirk, nombre con sabor a leyenda.

Olmué.- Lugar, paraje de muermos.

Pichidangui.- Voz mapuche: Balsa pequeña.

Quintero.- Debe su nombre al conquistador Alonso de Quintero, que trajo el primer buque en auxilio de la expedición de don Diego de Almagro en 1536.

Torpederas.- Nombre que le vino por haber sido sitio, lugar donde se guardaban unas lanchas torpederas.

 

Retablo de lo fabuloso - Provincia de Tarapacá - Provincia de Antofagasta - Provincia de Coquimbo - Provincia de Aconcagua - Provincia de Valparaíso - Isla de Pascua - Provincia de Colchagua - Provincia del Maule - Provincia de Concepción - Provincia de Cautín - Provincia de Valdivia - Provincia de Osorno - Provincia de Llanquihue - Provincia de Chiloé - Provincia de Aisén - Provincia de Magallanes


© SISIB - Universidad de Chile y Karen P. Müller Turina